El yoga está indicado para todos los niños y niñas. Su objetivo esencial es la búsqueda del equilibrio y de la armonía, y el control del sentido de la disciplina. Una excelente base para una vida alegre y saludable. A medida que avanza en la práctica, desarrollará fuerza, equilibrio, flexibilidad, coordinación física y mental, tal como lo hemos mencionado anteriormente.
En el Yoga no hay recompensa ni castigos, vencedores ni perdedores, mejores ni peores. La recompensa del yoga procede simplemente de la práctica en sí misma. A los niños les encanta este tipo de enfoque. Cuando descubren que no hay que competir ni rendir, empiezan a sentirse libres para expresarse a sí mismos sin temer los enjuiciamientos o las críticas, y ésta libertad les ayuda a desarrollar una sensación de confianza y autoestima que perdura en la adultez.
La confianza interior que el yoga aporta constituye un antídoto excelente para la presión que los niños experimentan en el colegio. Desde una edad muy temprana, muchos niños aprenden que para tener éxito han de intentar ser mejores que sus compañeros de clase, sacar buenas notas, aprobar más exámenes y ser "el mejor de la clase".
Esta clase de intensa competitividad hace que los niños sean demasiado sensibles a las alabanzas y a las críticas. Si son buenos estudiantes se sientes orgullosos de sí mismos; pero si no lo son tanto o no lo son, se desaniman y pueden empezar a considerarse unos fracasados.
En cambio el yoga propugna abordar la vida de una forma no competitiva. La filosofía yóguica dice que en vez de compararnos con los demás, hemos de centrarnos con imparcialidad en cualquier tarea que emprendamos. En el Bhagavad-gita (uno de los textos antiguos más importantes sobre yoga), se dice que centrarse en el resultado de nuestras acciones conduce a la ignorancia, mientras que trabajar lo mejor que podamos, sin preocuparnos por si triunfamos o fracasamos en ello, conduce a la sabiduría.
Por tanto, introducir al niño/a en la práctica de Yoga conlleva numerosos beneficios: favorece la salud física, las posiciones de Yoga infantil recomendadas, ofrecen múltiples beneficios, entre los que se destaca el aumento de la flexibilidad de las articulaciones y la columna, el fortalecimiento de brazos y piernas, y su aporte al equilibrio emocional. A nivel intelectual el Yoga aumenta la concentración. También disminuye el estrés infantil y la agresividad, lo cual es muy importante para su progreso escolar y su integración social. Además estimula su creatividad, imaginación y sensibilidad. Permite a los niños filtrar los mensajes violentos procedentes de la televisión y de los juegos interactivos (videojuegos). Los hace conscientes de su conexión con la naturaleza, de su cuerpo, y los ayuda a desarrollar su capacidad para superar retos. Aumenta la autoestima, en el caso de los niños tímidos, por ejemplo, ciertas posturas aportan dominio del cuerpo y seguridad en sí mismo. Las posturas (asanas) de Yoga les brindarán, la oportunidad de divertirse imitando los diferentes animales, que simulan las diversas posturas mientras que aquellas que buscan formas geométricas potenciaran la imaginación, el juego, así como la fuerza, buena forma física y la disciplina. Las posturas de equilibrio mejoran el sentido de la orientación, la estabilidad, la agilidad y la concentración, además de avivar la creatividad y agudizar la mente. En conjunto, se regula el peso y se trabajan todos los aspectos posibles: la mente, el cuerpo, las emociones y el espíritu. Además, el Yoga enseña a los niños a respirar correctamente y mediante la práctica de sus ejercicios, aprenden a relajarse, logrando con ambas adquisiciones, una mejor calidad de vida. En definitiva, la práctica del Yoga infantil, asegura a los niños una vida más saludable y plena de bienestar y alegría.
Además de todo esto, el yoga está al margen de los dogmas religiosos. Se adapta a cualquier filosofía y disciplina religiosa y permite profundizar en ella aunque sus raíces se hallen en la antigua cultura hindú. Debemos librarnos de la discriminación y el yoga es una disciplina igualitaria e integradora que abre la mente y el corazón para aceptar las diferencias entre las personas. El yoga nos enseña a abrir la mente y el corazón para ejercer la NO Violencia (ahimsa).
Son principios fundamentales del Yoga y que se verán aplicados a diario, la no competencia; no competimos con nuestros compañeros y tampoco con nosotros mismos. La práctica de deportes es saludable y beneficiosa en todos los aspectos, pero en el yoga encuentran un área en la que pueden hacer ejercicios, pero es una práctica con ellos mismos, no es para competir con nadie más. Nunca se pone en riesgo la autoestima del niño, no se le compromete, todo lo que hace es hasta donde él puede y quiere. Algo importante que aprenden es a no juzgarse, a no compararse con el compañero/a, lo que luego se traduce con los hermanos, con los amigos, etc. Si dicen mentiras, deberán reflexionar, pero les decimos que no es tan grave, que pueden dar una disculpa sincera y volver a comenzar. La solidaridad, entre los niños es un valor importante y se verá reflejado en cada momento de la clase. La disciplina, la cual será necesaria para el buen desarrollo de la clase también. La moderación, no llevar el esfuerzo al extremo. Y mucha alegría!
Las actividades de cada clase son variadas, desde la práctica de posturas (asanas) a partir de las cuales se toma conciencia del cuerpo, de la respiración, implican concentración, sobre todo aquellas en la que el equilibrio es fundamental. Cada clase busca que los niños se diviertan en el marco de un concepto de aprendizaje constante. Para ello se realizarán juegos, relatos, cantos, dibujos, se utilizarán elementos tales como pelotas, cuerdas, bastones, etc. El yoga es una manera divertida de desarrollar su potencial creativo y su capacidad de resolver problemas y superar retos.
La clase empieza con relajación, para crear una atmósfera de paz y saber que ya están desconectados del mundo exterior. Una vez tranquilos, comienzan con las posturas (asanas). Para la elaboración de éstas juegan a que son árboles, montañas, animales y tratan de imitar la forma de éstas. Los brazos y piernas se estiran, se doblan, se equilibran. Al término de la clase se practican respiraciones profundas para relajarse, descansar e irse en paz.
